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Los cambios económicos y sociales que se han producido en los últimos años en todo el mundo (especialmente debido al estallido de la pandemia de la corona) han tenido un impacto significativo en innumerables industrias. Mientras que para algunos el efecto fue negativo, algunos sectores pudieron sacar provecho de la situación. Si nos fijamos en estos últimos, la radiodifusión y otros medios de comunicación clásicos se encuentran claramente entre ellos. A continuación explicamos por qué:
Que las redes sociales son los reyes de las noticias, eso ya es cosa del pasado. En 2022, la confianza en las redes sociales ha alcanzado su punto más bajo desde 2014 (EBU, 2022). Las noticias falsas, el contenido de pago y el linchamiento digital son solo algunas de las razones por las que la mayoría de los usuarios han perdido la confianza en las plataformas, especialmente cuando se trata de temas delicados. Estudios recientes muestran que la confianza en las redes sociales no ha dejado de disminuir en los últimos años. Casi el 70% de los encuestados afirman que no confían en absoluto o que tienden a no confiar en ellas.
De vez en cuando se tiene la impresión de que los medios digitales están reemplazando gradualmente a los clásicos. Los jóvenes, en particular, son aparentemente más propensos a utilizar portátiles en lugar de televisores y suscripciones digitales en lugar de papel impreso. Pero los hechos y las cifras muestran un panorama diferente: la confianza de la gente en la televisión, la radio y la prensa es la más alta.
La pandemia del coronavirus ha demostrado claramente que la gente cuenta con medios de calidad en los que confía, especialmente en situaciones de crisis. Solo en los países de habla alemana, el uso de la televisión aumentó repentinamente alrededor de un 11% a principios de marzo de 2020.
Asimismo, la guerra entre Rusia y Ucrania ha reafirmado el gran valor de los medios informativos de alta calidad. Tras la escalada en la región, ha vuelto a aumentar el consumo de las fuentes tradicionales de noticias, especialmente la televisión. Cuando se produce una crisis, simplemente no hay lugar para la desinformación y los reportajes poco fiables.
En los EE.UU., el tiempo diario de televisión ha aumentado casi un tercio, de 275 minutos a 354 minutos. Por lo tanto, el estadounidense promedio actualmente pasa alrededor de 6 horas al día frente al televisor.
El aumento del uso de la televisión y la radio en combinación con las necesidades cambiantes de los consumidores también tiene un gran impacto en el panorama de la publicidad en televisión . Durante la primera parte de la pandemia del coronavirus en los Estados Unidos la cerveza se publicitó con una frecuencia superior al 200% respecto al mismo período en 2019 (los medios online con una frecuencia superior al 150%) y el aumento de la publicidad de alimentos precocinados fue casi igual de elevado. Al mismo tiempo, la publicidad de restaurantes, vehículos así como la ropa ha disminuido significativamente.
Precisamente los sectores que sufrieron grandes pérdidas al principio de la pandemia han experimentado una recuperación en el último año debido a la relajación de las medidas y a la tendencia a volver a la “normalidad”, al menos en Europa y Norteamérica. En Estados Unidos, por ejemplo, el gasto global en radio ha aumentado de 30.100 millones de dólares en 2020 a 36.100 millones en 2022 (Dentsu, 2022).
En este sentido, los medios de radiodifusión no solo son una fuente de información fiable para muchas personas durante la crisis, sino también un importante indicador de los cambios en la economía mundial, así que realmente vale la pena escucharlos.
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